En 2024, representó casi el 9% de todos los dólares que ingresaron al país por ventas al exterior.
El año pasado, el maíz argentino generó USD 7.263 millones por exportaciones
La Argentina es el 3º mayor exportador mundial, y lo vende a más de 100 destinos en todos los continentes, principalmente a Vietnam, Perú, República de Corea, Malasia y Argelia.
También se producen con él centenares de insumos para las industrias alimentaria, farmacéutica, papelera, de bioplásticos, biocombustibles, entre otras.
Esos productos permiten que la Argentina sea uno de los países con mayor consumo de proteína animal del mundo, y sus exportaciones generaron más de USD 4.900 millones en 2024.
Si se aumentara el porcentaje, como en Brasil, seríamos más sustentables ambientalmente y generaríamos más plantas que lo produzcan, en distintas regiones del país.
Incluso en el norte de la Patagonia, donde obtiene rendimientos espectaculares. Y tiene mucho más para crecer agregando valor y desarrollo con arraigo.
Si se suman las cadenas asociadas (proteínas animales y bioetanol), totalizan 680.000 puestos de trabajo.
Las raíces de la planta de maíz mejoran la estructura del suelo, y el rastrojo lo protege de la erosión hídrica y eólica. Se comprobó que la soja sembrada luego de un maíz puede mejorar sus rendimientos un 16 a 18%.
Un estudio realizado por Maizar, el INTI y el INTA mostró que el maíz argentino tenía una huella de carbono 61% inferior al promedio mundial. Esto abre la puerta a los mercados más exigentes y que mejor pagan.