Autor: MAIZAR / Fecha: 08/05/06
Oportunidades para la cadena del maíz: El cambio climático (1ª parte)
Entre el 6 y el 17 de Diciembre de 2004 se desarrolló en Buenos Aires, la 10ª Sesión de la Conferencia de las Partes (COP 10). Entre los numerosos temas que se discutieron, algunos nos parecen de mucho interés para la cadena del maíz, pues afectan a todas las empresas e instituciones que participan de ella. En las próximas newsletters vamos a ir ampliando la información acerca de los temas más relevantes de la situación mundial en relación al cambio climático.
En esta ocasión, nuestra intención es comentar sobre la historia reciente, desde el año 92 en adelante, cuando se fue instalando en el mundo la preocupación acerca de los cambios en el clima motivados por las emisiones contaminantes, la deforestación y los numerosos daños al ambiente causados por el hombre, y sus perspectivas para el futuro.
En el año 1992 se realiza la primer reunión en Río de Janeiro, que se conoció como ECO 92 , y allí se constituye la convención del clima, que en las naciones unidas se llamó la UNFCCC (United Nations Framework Convention on Climate Change) (Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático) cuyo objetivo fue lograr la estabilización de las concentraciones de los gases que producen el efecto invernadero. Los tres gases más importantes que producen el efecto invernadero son: el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso. Se empezó a discutir cuáles eran las responsabilidades comunes para los distintos países y qué limitaciones podía establecer cada país sobre las emisiones de estos gases. Esa convención de clima entró en vigor en el año 94, y la firmaron hasta hoy 186 países.
A partir del año 95 empiezan a hacerse las COP (Conferencias de las Partes), donde la idea es encontrarse, analizar y discutir para tratar de encontrar soluciones a los problemas que generan los cambios en el clima.
Los temas que se propusieron a lo largo del tiempo durante las conferencias de las partes, fueron dando énfasis al uso de mecanismos de mercado , para promover la reducción de los costos de la disminución de los gases que causan el efecto invernadero.
En el año 97 se realiza la COP 3 en Kyoto, ahí fue donde se comenzó la redacción y el debate de lo que se conoce como el Protocolo de Kyoto.
Protocolo de Kyoto: Durante la COP realizada en el año 1997 en Kyoto se establece un acuerdo que define las metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para los países del Anexo B.
En este acuerdo se establecen los criterios y directrices para el uso de los mecanismos de mercado. Según éste los países industrializados reducirían sus emisiones de gases de efecto invernadero al menos en un 5% en relación a los niveles del año 90 durante el período 2008 a 2012. Para que este protocolo entre en vigor deben cumplirse 2 condiciones: 1°.- La ratificación por lo menos de 55 partes o países que integran la convención. 2°- Que las partes incluidas en el anexo 1 tengan en conjunto al menos el 55% de las emisiones totales de dióxido de carbono en el año 90.
Hoy, 126 países que representan el 44% de las emisiones, ya lo ratificaron. Los EEUU afirman que no van a ratificar el protocolo y Rusia era el único país que podía hacer que la segunda condición se logre y como sabemos Rusia lo ratificó hace un par de meses, por lo tanto se llegó al 55% que era la condición requerida.
El aspecto más relevante del protocolo de Kyoto: los mecanismos de mercado, pueden ser de gran importancia para el proceso de reducción de emisiones de los gases de efecto invernadero creando un valor que pueda comercializarse. En otras palabras, las empresas de los países más desarrollados promueven inversiones en empresas en países en desarrollo y les compran a estos últimos las toneladas de gases de efecto invernadero que estas empresas dejan de emitir. Creándose un nuevo sistema de ayuda internacional para países en desarrollo.
La COP 6 se realiza en Holanda en el año 2000 y fracasa porque no fue posible establecer las reglas operacionales que hicieran del Protocolo de Kyoto algo aplicable en la práctica. Esto sucedió por las diferencias que surgieron entre los EEUU y los países Europeos, lo que motivó su suspensión.
Las negociaciones vuelven a retomarse en Bonn, Alemania, en la COP 6 bis, en el año 2001, y fue fundamental para definir la supervivencia de los nuevos rumbos del protocolo. Fue denominada COP 6 bis porque continuaba la de La Haya y su producto más importante fue el acuerdo de Bonn, que garantizó la supervivencia del protocolo de Kyoto.
En octubre del mismo año vuelven a reunirse las partes en Marrakesh y se realiza la COP 7 donde se firma el acuerdo de Marrakech que ratifica el protocolo de Kyoto. En la COP 7 también se decide crear lo que se conoce como Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL) o (Clean Development Mecanism) CDM, que son una gran cantidad de proyectos que están hoy en ejecución y que promueven inversiones en países en desarrollo.
Mecanismos de desarrollo limpio (MDL): (Clean development mecanism) CDM: La propuesta del MDL consiste en que cada tonelada de dióxido de carbono que no es emitida, o sea que es retirada de la atmósfera por un país en desarrollo puede ser negociada en el mercado mundial creando un nuevo tipo de aspecto atractivo para la reducción de emisiones globales.
Los países del Anexo 1 establecerán en sus territorios metas para la reducción del dióxido de carbono junto a los principales emisores. Las empresas que no consigan o no quieran reducir sus emisiones podrán comprar lo que se conocen como RC Certificados de Reducción de emisiones en los países en desarrollo y usarlos para cumplir con sus obligaciones. Entonces la aplicación de esos mecanismos limitan una parte de sus compromisos de reducción, pudiendo los países en desarrollo utilizar las posibilidades MDL para promover su propio crecimiento.
A pesar de que el protocolo no estaba en vigor la COP 7 creó el Comité Ejecutivo del MDL. Este comité tiene las siguientes responsabilidades. 1°- La promoción y transparencia de este mercado de carbono. 2°- La certificación y la verificación de que las reducciones sean reales. 3°- el registro y la validación de las entidades designadas para hacer las distintas operaciones.
También se desarrollan por primera vez las definiciones y modalidades para la inclusión de las actividades de forestación y reforestación como proyectos de desarrollo limpio, que son para países que obviamente están en proceso de desarrollo.
La COP 8 se realiza en Nueva Delhi, y se avanza mucho en los procesos conocidos como LULUCF (Land Use - Land Use Change and Forestry) uso de la tierra, modificaciones en el uso de la tierra y forestación. En estas reuniones se prepara un texto de negociación que sirve como base para la las tratativas de la COP 9 que se realiza en Italia. En ella se detallan las definiciones y modalidades para la inclusión de estas actividades de reforestación para el primer período de compromiso.
El Mercado de Carbono: A pesar de que el protocolo de Kyoto no está vigente, muchas empresas ya están en la búsqueda de lo que se llaman créditos tempranos. Los datos que tiene el banco mundial demuestran que ya hay más de 1200 transacciones que se realizaron entre el año 98 y el año 2004. Todo esto totaliza al menos 300 millones de toneladas de dióxido de carbono. El principal país comprador es Japón con el 41%, le sigue el fondo de carbono del banco mundial, luego Holanda con el 23%, EEUU el 3%, Canadá 3%, Australia y Nueva Zelanda el 3% y otros países el 3%.
En las próximas publicaciones desarrollaremos el tema del Fondo de Carbono
del Banco Mundial y sus posibilidades para la cadena del maíz.
Oportunidades para la cadena del maíz: El cambio climático (2º parte)
En esta oportunidad, continuamos ampliando el tema acerca de la disminución de los gases que crean el "efecto invernadero" y analizamos las posibilidades que se abren para la cadena del maíz de participar en los emprendimientos.
El rol del Banco Mundial
El Banco Mundial es una entidad pionera en el desarrollo del mercado vinculado con la disminución de los gases de efecto invernadero. Como una parte del esfuerzo global para combatir el cambio climático, y al mismo tiempo de la mano de la misión del Banco Mundial de reducir la pobreza y mejorar el standard de vida de los países en desarrollo, el banco crea la iniciativa que se conoce como el mercado financiero del Carbono.
El riesgo que ha traído el cambio climático para el desarrollo de largo plazo y la posibilidad de los más pobres de escapar de la pobreza, son las preocupaciones más relevantes para el Banco Mundial. El impacto del cambio climático puede dañar las ganancias que se produjeron gracias al desarrollo en las últimas décadas, por lo tanto el banco está haciendo grandes esfuerzos para asegurar que los países en desarrollo y las economías en transición se puedan beneficiar de los esfuerzos internacionales en relación al cambio climático; esto incluye el mercado de carbono que comenzó a gestarse alrededor del año 2000.
La misión del Banco es organizar un mercado de carbono a través de la compra de reducciones de emisiones que se hagan en proyectos que son ambientalmente amigables en países en desarrollo y en economías que están en transición. Este nuevo mercado que crea el Banco Mundial es la primer iniciativa de gran escala que busca focalizar inversiones del sector privado directamente hacia temas ambientales en países no industrializados.
Hoy este proyecto cuenta con los siguientes fondos:
1- El PCF (Fondo de Carbono Prototipo) es el primer emprendimiento que se crea en el año 2000 y esta formado por 17 compañías privadas y 6 gobiernos de países desarrollados.
2- Sistema de desarrollo limpio de Holanda, el Banco Mundial lo anunció en Mayo de 2002 y consecuentemente ese país a través del Banco comienza la compra a través de los mecanismos de desarrollo limpio o CLM como está establecido en el protocolo de Kyoto.
3- El Fondo de Carbono para el desarrollo comunitario: este fondo apoya proyectos que combinan desarrollo comunitario con la reducción de emisiones para crear el concepto de "desarrollo + carbono".
4- Fondo de Biocarbono
5- Fondo Italiano.
6- Fondo Español.
7- Programa de protección climática de empleados del banco mundial.
Los costos hacen la diferencia
Los gases de efecto invernadero son un fenómeno de efecto global, se emiten en cualquier lugar de la tierra y la afectan íntegramente. Pero existe una sustancial diferencia de costos entre los países desarrollados y los que no lo son para la captura o la disminución de emisiones. Se calcula que la disminución de emisiones de una tonelada de carbono en un país desarrollado cuesta entre 25 dólares a 150 dólares la tonelada. En cambio en los países en desarrollo la disminución de emisión de una tonelada está en promedio en unos 5 dólares.
Esta diferencia de costos es, precisamente, la que genera el mercado de carbono, donde intervienen tanto el sector privado y gobiernos de los países de la OECD para apoyar y generar proyectos de reducción de emisiones en los países en desarrollo.
Características del mercado
En primer lugar, debemos puntualizar que ya existe una gran cantidad de capital público y privado aplicado a este sistema, y esto, sin duda, significa fuentes nuevas para el financiamiento del desarrollo. En segundo lugar, cabe aclarar que en este mercado el pago es contra entrega, o sea que el Banco Mundial, una vez que recibe la certificación de que un proyecto que hizo una empresa vale tantas toneladas de carbono , emite el pago en moneda. Esta característica, reduce el riesgo financiero para los inversores en este tipo de proyectos puesto que estos fondos no son entregados en monedas locales sino en divisas de alto valor.
Hoy los principales compradores son las empresas Japonesas con el 41% del mercado mundial, en segundo lugar el fondo del Banco Mundial conocido como CFD con el 24%, en tercero Holanda con el 23% y luego siguen EEUU, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, con un 3% cada uno, y el resto con porcentajes menores.
A mi entender existen proyectos que podrían ser de interés dentro de la cadena del maíz, ya que en muchos casos se podría estar disminuyendo las emisiones de gases de efecto invernadero, y al mismo tiempo estar generando la posibilidad de vender esta disminución de gases a un fondo como en este caso el del banco mundial.
El primero, podría ser la disminución de emisiones de metano en la ganadería, tanto vacuna como porcina, ya hay algunos proyectos con porcinos en otros países.
En segundo lugar, está la generación de energía con restos agrícolas o con restos de cosechas, este mecanismo al suplantar el uso de un combustible fósil genera un crédito.
En tercer término, la generación de energía o producción de biocombustibles a partir de partes de los vegetales. En el caso del maíz, nos referimos a la producción de etanol a partir del grano, que también genera créditos.
También existe una gran oportunidad en el cambio de las prácticas agrícolas y las de manejo de nutrientes en el suelo, en particular el del nitrógeno, ya que el óxido nitroso es el gas que tiene mayor impacto en el llamado "efecto invernadero"; el uso ineficiente del suelo hace que el nitrógeno se pierda por volatilización y no se transforme en biomasa o cultivos.
Todas estas ideas todavía no son aplicables en la práctica pues para poder vender estas disminuciones de emisiones, debería investigarse previamente de qué manera se generan. Una vez demostrada la posibilidad de que a través de cierta práctica cultural de manejo de cobertura y de materia orgánica en el suelo, se disminuye la emisión tanto de nitrógeno, como de metano y de dióxido de carbono al aire, podríamos salir a comprometer a empresas para que realicen ese tipo de prácticas y a cambio, se podría salir a vender directamente las toneladas de gases que no se están emitiendo.
Esto implicaría un arduo trabajo de investigación y de organización de estos mecanismos, siendo nuestra intención seguir coordinando esto con todas las personas e instituciones tanto argentinas como del exterior que vean que dentro de la cadena del maíz existen posibilidades concretas para instrumentar proyectos.
Como conclusión, tengo la convicción que hoy en el mundo existe una demanda creciente para lograr las disminuciones de emisión de gases de efecto invernadero. Esa demanda hoy no está abastecida y no se encuentra suficiente cantidad de propuestas de empresas para vender ese "servicio ambiental".
Según nos explicaron los directivos que nos visitaron del Banco Mundial, los Sres. Eduardo Dopazo y Charles J. Cormier, creo que la Argentina tiene una gran oportunidad en este terreno, y más aún nosotros particularmente como institución que representa a la cadena del Maíz, sabiendo que su cultivo podría tener un enorme impacto positivo sobre los gases de efecto invernadero.
Lograr mejorar el manejo, tanto del cultivo como de su industrialización posterior, podría generar una nueva fuente de ingresos para la Argentina y en particular para las empresas que son las que recibirían en forma directa la compensación por hacer más eficiente el uso de sus propios recursos.
Nuestra intención es seguir participando con todas las instituciones afines al tema, para desarrollar ese mercado, con la convicción de que se abren nuevas oportunidades para los Socios de MAIZAR.