Autor: MAIZAR - Prof. Guillermo D'Andrea / Fecha: 09/05/06
EL SECTOR AGROPECUARIO ARGENTINO
Mirando las Cadenas.
Prof. Guillermo D´Andrea
IAE - Universidad Austral
Una de las aventuras más difíciles de emprender para los empresarios, es asociarse y trabajar junto a quienes, por la naturaleza de los negocios, son sus competidores. Este es el desafío cuando se plantea la mejora de la competitividad de las cadenas sectoriales, tema esencial para enfrentar las tensiones que se verifican en el contexto mundial de este nuevo siglo XXI.
Estas tensiones exigen a los empresarios una gran capacidad de adaptación a
las complejidades de este contexto renovado. Especialmente en entornos maduros
como los de los commodities, surge la necesidad de replantearse los paradigmas
que tradicionalmente han pautado la creación de ventajas competitivas.
La primer fuente de tensiones es la existencia de un mundo 80/20, en donde la
concentración del 80% de la riqueza está en manos del 20% de la población
mundial. Y como contrapartida el 80% de la población vive con el 20% de la
riqueza. Esto no parece sostenible a nivel mundial, por varias razones.
· El mundo desarrollado encuentra que hoy ya no puede seguir creciendo en sus
mercados y sale a buscar nuevos mercados. Pero se encuentra con que el mundo
"emergente", el mundo "en desarrollo" primero tiene que
crecer, que enriquecerse para constituirse como un mercado viable; esta es la
primera tensión que se vive.
· En ese mundo del 20%, hay mercados maduros, pero hacen falta nuevos mercados:
los mercados emergentes, que tienen características propias, lo cual hace que
las mismas fórmulas de las compañías internacionales no siempre dan
resultado. Es necesario adaptarlas a entornos mucho más complejos, más
difíciles, como el nuestro.
· La segunda fuente de tensión es que la economía de productos se orienta
cada vez mas hacia una economía de commodities, de productos poco
diferenciados. Nos referimos tan solo a los productos básicos de alimentación,
sino también a productos como heladeras, televisores que hoy se consideran
commoditizados por la falta de diferenciación. Frente a esto las empresas
necesitan generar nuevas fuentes de diferenciación, que surgen de la
combinación de capacidades con otras empresas. Es el paso de la economía de
productos a la economía de relaciones. Las empresas tejen redes de relaciones
que las apalancan, consolidando cada una su capacidad competitiva.
· La tercera tensión es que se verifica una creciente concentración de
compañías. Cuando miramos los productos que se venden en el mundo, nos
encontramos siempre con las mismas marcas, con los mismos fabricantes. A medida
que los mercados maduran el aprovisionamiento se va concentrando en un número
cada vez menor de grandes corporaciones. Sin embargo y siguiendo la necesidad de
mejorar la rentabilidad de su patrimonio, estas grandes corporaciones tienden a
tercerizar operaciones a manos de pequeñas compañías vinculadas, dando lugar
a la coexistencia de pequeñas empresas junto a las grandes.
· La última tensión es el reclamo de rentabilidad a corto plazo por parte de
los mercados financieros por un lado, y el creciente reclamo de responsabilidad
social por el otro. Se trata de intentar poder incorporar al criterio meramente
financiero otros marcos que permitan responder a los cada vez más firmes
reclamos ecológicos que buscan sustentabilidad para la sociedad y el mundo.
Las Presiones Sobre las Cadenas: los Consumidores, los Canales de Distribución y los Fabricantes
Estas presiones las sienten en mayor o menor medida cada empresa, y se manifiestan de distinta manera a lo largo de las cadenas sectoriales -desde los consumidores hasta los fabricantes.
En cuanto a los consumidores, hoy ya no se puede generalizar basados en un análisis simplista de niveles socioeconómicos. Coexisten estilos de vida muy diferentes entre la gente de un mismo nivel. Los hábitos de consumo son diferentes, y además el consumidor está más informado, y reclama más calidad.
La preocupación por la obesidad es creciente en el mundo desarrollado y está dirigiendo su mirada a las compañías que producen alimentos. El mensaje es: …" Uds. nos están dando para comer alimentos que no son sanos y están promoviendo alimentos que no hacen bien". ¿Qué van a hacer al respecto?
Los consumidores quieren más salud, y además quieren precios bajos. Los pobres los necesitan…y a los ricos les encantan. Y en los nuevos mercados se necesitan precios más competitivos para poder abrirlos al consumo.
Un análisis de la sociedad en Latinoamérica muestra que una porción tan
alta como el 70% se encuentra por debajo de la línea de pobreza. Y esa multitud
de personas necesitan precios bajos, pero también valora los productos de
calidad. Quisiera pagarlos pero no puede, y por ello reclama.
Estas demandas se transmiten a los canales de distribución, que también tienen
sus problemas. Entre ellos también se observa una mayor concentración.
Hoy en día la compañía número uno del mundo es Wal-Mart, un canal de distribución. Ya no son petroleras, bancos japoneses, o automotrices, sino un supermercado. Y surge un nuevo desafío entre los supermercados y los sectores tradicionales del comercio, que son los que abastecen con eficacia a la multitud que vive en la Base de la Pirámide. Aparecen nuevos formatos como el "hard discount", que ofrece productos de bajos precios, y busca nuevos mercados en los mercados emergentes.
En estos mercados emergentes la preocupación es: ¿cómo se va a vender en
los amplios segmentos populares de países como Perú, Colombia o China? ¿Cómo
se hace para trabajar en esos mercados, donde las mismas fórmulas que atraen a
las clases altas no dan el mismo resultado, y los márgenes inevitablemente
bajan?
Por un lado la creciente concentración da márgenes más chicos. Los balances
de grandes cadenas de supermercados como Carrefour, Casino, o Wal-Mart, arrojan
márgenes sobre ventas a fin de año del 1% a 2%. Es difícil trabajar con estos
márgenes. La cadena Wal-Mart posee 1,5 millones de personas trabajando en 4500
tiendas y el margen de su negocio después de trabajar 365 días por año, es
apenas superior al 2%. Siendo muy bueno para el sector, con poco que se
equivoquen pierden su negocio.
Estas tensiones son reflejadas por los supermercados y por supuesto, procuran
transmitirlas y compartirlas con los fabricantes, es lo que da lugar a aquella
frase: "cómo aprietan los supermercados". Razones tienen.
Los fabricantes también tienen más exigencias. Recientemente una experta en
alimentación de la Unión Europea, presentaba su crítica a la industria
fabricante de alimentos, donde mostraba marcas líderes en snacks con propuestas
de productos infantiles. El mensaje a los niños ahora es "… no coman lo
que les hace mamá en casa, tengan su propia bandejita de colores, con comidas
de colores porque lo que se hace en casa no es divertido"…; esto no es
sano, y es incluso cuestionable eticamente. Esta es solo una de las presiones
que tienen los fabricantes, además de que sus productos están cada vez más
maduros.
Otra fuente de presión es que las tecnologías se difunden rápidamente y
restan ventajas competitivas. Un ejemplo son los hermanos Añaños de Ayacucho,
Perú. Fabrican un refresco de bajo precio Kola Real, porque hoy fabricar una
bebida cola no es el misterio de hace 80 años atrás. Con un modelo de negocio
simple han alcanzado participaciones del 26% de la participación en Perú, el
14% en Venezuela en 3 años y del 5% en México, resultando un dolor de cabeza
para compañías líderes tradicionales como Coca-Cola.
Los fabricantes sufren otras presiones como los planteos éticos, la necesidad
innovar para mejorar y mantener su calidad, y respetar la ecología porque el
planeta no puede sostener tanta polución. Nada mas pensar si se incorpora la
masa de consumidores emergentes en las condiciones actuales, el desastre
ecológico puede ser mayúsculo.
Trabajos en Cadena
En resumen, la magnitud y complejidad de estas tensiones no permite buscar
soluciones en forma individual, y es en este marco es donde se plantean algunos
trabajos en cadena, trabajos donde el sector empiece a buscar soluciones, y no
le quede el trabajo a algunos integrantes individuales de las cadenas. Estas son
las tensiones sobre las que se apoyan los sectores que se plantean ¿qué
podríamos hacer juntos?
Algunos ejemplos de estas colaboraciones ilustran con sus resultados exitosos.
Uno de ello es el vino de Australia: hace 40 años en este país se cultivaban
principalmente ovejas. Hoy el vino australiano se vende a buenos precios en todo
el mundo, mejores aun que los vinos chilenos.
Otro país es Sudáfrica, con una uva que solamente quedó en Sudáfrica llamada
"pinotage", coloca cada vez mas sus excelentes vinos en los mercados
mas exigentes. El caso de Chile es otro ejemplo, primero fue la fruta, después
el vino. La fruta chilena ingresó en los mercados internacionales hasta que en
los años 1980 entró la fruta de Nueva Zelanda y de Sudáfrica y comenzaron sus
problemas. El próximo sector que viene promoviendo Chile es el sector del
salmón.
En el año 1960 la industria textil italiana decidió promover su sector,
impulsando el desarrollo de diseñadores. Armani es un producto de este
emprendimiento como medio para alcanzar un elevado nivel de desarrollo, y junto
a él surgieron otros diseñadores famosos como Prada, Gucci, etc. No fue
casual, se pusieron de acuerdo para tener calidad, y alguien interpretó este
mensaje y generó los productos italianos.
En 1980 un médico se hizo cargo de los 1000 productores de partes de relojes de
Suiza, y con Swatch salvó a la industria Suiza del desafío que les significaba
Citizen, Orient y Seiko.
Silicon Valley es la conjunción de universidad, industria y gobierno
produciendo software a precios competitivos en California. Bangalore es el
nombre de una ciudad en un valle en la India conocido por su alto nivel de
desarrollo de software producto de una similar combinación de esfuerzos.
El caso del limón en Argentina es producto de una serie de empresas que
acordaron promover este cultivo en Tucumán para llegar a los mercados
internacionales.
Los cafeteros de Colombia no trabajan solos. Tienen una sociedad que impulsa la
figura de Juan Valdéz. Este impulso está sostenido desde la industria, y los
cafeteros se ponen de acuerdo para defender su producto y para entrar en otros
mercados y defenderlos, ya que el mercado del café es un mercado muy difícil
con competidores muy fuertes.
La industria zapatera de Brasil es otro caso similar.
Algo que es sorprendente es el tema de los productores de cítricos de nuestra
Mesopotamia: no necesitan competencia internacional, no llegan porque se
eliminan entre ellos. Si un productor de cítricos vende a Inglaterra, cuando
él sale de la cadena, detrás de él entra su vecino y vende más barato. Con
esto no hacen falta competidores de fuera.
Lo que necesitamos es evitar caer en casos como este. Dejar de hacer suma cero,
para hacer crecer la magnitud del negocio. No pelear por una participación de
una torta que se hace cada vez más exigua o que eventualmente tiene vaivenes
positivos, pero solamente desde el marco internacional.
Los ejemplos anteriores muestran sectores que lograron ponerse de acuerdo, que
guardaron el enfrentamiento y buscaron promover todo el sector, más que el
negocio individual.
¿Qué es lo que se busca? ¿Qué da sustentabilidad a los sectores?
Se trata de apoyarse en las ventajas competitivas, no sólo las comparativas. Las ventajas comparativas son dadas, pero son las competitivas hacen crecer el tamaño del sector y la creación de nuevos emprendimientos. Se trata de impulsar el desarrollo del espíritu emprendedor; hacer crecer la innovación en el sector y promover la coordinación. En definitiva, incentivar la productividad a lo largo de la cadena del sector y mayor innovación. Esto requiere de líderes sectoriales, no carismáticos, sino gente que hace que el sector se ponga de acuerdo, que depongan las diferencias.
Las ventajas comparativas las tenemos, de hecho es la gran bendición que tiene nuestro país. El punto crítico es cómo le ponemos más creatividad, más inteligencia. Y no pelearnos entre nosotros por las migas de mercados cada vez más pequeños, cambiando el espíritu de trabajo de las cadenas.
¿Cuál es el espíritu de trabajo en cadenas?
Se trata de fomentar el consenso, la acción coordinada en cada sector,
deponer las diferencias y buscar los puntos en común.
Detectar las oportunidades para generar más eficiencia.
Armar un foro de diálogo entre las empresas, los proveedores, el gobierno, y
las instituciones que rodean al sector. No es sólo, como uno lo podría pensar,
la mera cadena de fabricantes de insumos, productores, fabricantes y canales de
distribución. Son todos los que tienen interés, aunque no vivan sólo de ese
sector, pero influyen en el funcionamiento del mismo.
Encontrar juntos una agenda y generar juntos planes de acción factibles.
Es pasar de ser competidores a ser colaboradores además de competidores, lo
cual significa una filosofía de negocios diferente. Y es una filosofía que
necesitamos instalar en nuestro país, comenzar a escucharnos y pasar a los
puntos de acuerdo. Por lo tanto, necesitamos identificar juntos las
oportunidades, para aprovecharlas y compartir los beneficios. Hay que ser
bastante generoso para compartir los beneficios en lugar de ceder a la
tentación de pretender conservarlos para un solo jugador, pues esto destruye
valor para el sector.
¿Cuáles son los objetivos del trabajo en cadenas?
Como dijimos los objetivos son aumentar:
· la productividad.
· la innovación.
· la formación de nuevos negocios.
Eso es lo que se mide cuando se busca establecer el nivel de acuerdo que una
cadena desarrollando. ¿Cuántas novedades somos capaces de generar?
Una vez centrados, nos debe interesar comprender cómo se desarrolla el sector,
no cada uno de los eslabones. El mensaje es "qué puedo hacer yo por
vos", más que "qué tenés que hacer vos por mí". Ese mensaje
es compartido.
Es entender cómo el sector gana y cómo pierde competitividad. Qué lo hace ser
menos competitivo frente a los competidores de otras regiones, y es cómo
construyen su capacidad innovadora. Esto es lo que se busca cuando se trabaja en
cadenas.
¿Cuáles son los requisitos?
Los requisitos para el trabajo en cadenas son tres:
· Confianza
· Compromiso
· Comunicación y seguimiento
Confianza: sembrarla, mantenerla, respetarla y renovarla. Además mantener el
compromiso con el desarrollo genuino del sector. Y por último generar los
mecanismos que faciliten la comunicación y el seguimiento, de modo de poder
monitorear el resultado de los esfuerzos compartidos. Especialmente para evitar
que se pierdan los impulsos. Esto es trabajoso, requiere persistir con mucha
fuerza más allá del impulso del principio, aunque no se vean los resultados.
Nosotros vemos sectores, como el del vino en el que empezamos a trabajar. Y
decíamos no convoquemos más porque no van a venir. Y de repente el sector
empieza a moverse y se lanza decididamente a su mejora.
Requiere de mucha comunicación interna y seguimiento. Monitoreo de manera de
ver los signos de decaimiento y volver a renovar los compromisos para instalar
una visión y valores compartidos entre los integrantes.
Buscamos una perspectiva de largo plazo, más que salvarnos este año. Como
empresarios tenemos que sobrevivir este año pero ¿cómo vamos a construir un
sector competitivo a largo plazo? Más que pensar en el negocio de ahora es
pensar en el negocio de los hijos; es pensar "¿qué les vamos a
dejar", "qué vamos a dejar funcionando?". Es una visión amplia
del sector donde están no son sólo los que se ven siempre, sino también los
otros que influyen. Está la banca, los seguros, los transportes; son muchos mas
los involucrados indirectos. Es por lo tanto una convocatoria generosa, no una
convocatoria para armar un club, es abarcativa.
Una de las cosas que hemos aprendido es que los que se quedan afuera,
normalmente entorpecen; no sólo no acompañan sino que muchas veces ponen
trabas. Hay que convocar, hay que abarcar, hay que hacer que se sumen todos.
Por ejemplo en el sector de la indumentaria no sólo es una cadena, hay muchos
más participantes que no viven exclusivamente de la indumentaria, pero todos
influyen en el funcionamiento de esta cadena. Están la petroquímica, los
ganaderos, los productores de algodón, los productores de poliéster, los que
generan navíos, maquinarias, los productores de tintas, las cámaras, la
prensa, las tarjetas de crédito, los minoristas, los shopping center, etc.
Todos son llamados, todos son convocados y todos ayudan para que el sector
progrese. Construir una visión entre todos para definir adonde vamos a llevar
al sector.
Claves de las alianzas sectoriales
Para el desarrollo de este tipo de alianzar sectoriales hay una serie de
claves estudiadas.
1. Cada compañía debe interpretar que la alianza es parte integral de la
estrategia de cada uno de los integrantes, donde cada uno se compromete dentro
de esta cadena.
2. El sector tiene además una agenda compartida, ya no son individuales, es una
agenda que los comprende a todos.
3. Se busca generar una mayor compatibilidad cultural entre los integrantes.
Más de una vez uno escucha que es muy difícil el diálogo con personas que
tienen visiones diferentes, trasfondo y cultura distintos y se trata de instalar
una compatibilidad cultural, es promover este diálogo, es facilitarlo, no
excluirlos sino incluirlos.
4. También requiere de formas de medir cómo la alianza va progresando, porque
al final es como un plan de negocios, y cuando todos hacemos planes de negocios
generamos medidas que nos ayudan a ver si vamos por el buen camino.
5. Implica construir respaldo interno en todos los niveles, proveyendo los
recursos necesarios. Y reconocer que esto es más trabajo, y por lo tanto, los
que están involucrados tienen que cobrar algo por eso. Y a los ejecutivos de
las compañías que ponen su tiempo, hay que reconocérselos.
6. Impedir que alguien se encierre; que alguien crea que ya lo consiguió y se
despegue y se marche solo. No. El sector es más importante que cada uno de los
integrantes.
7. Debe existir flexibilidad para los shocks, porque son inevitables. Hay
"bandazos" del mercado internacional, y no por ello se debe perder el
impulso coordinador del sector.
8. Hay que revisar constantemente el desempeño de la alianza, y en esto tiene
que participar la alta dirección: los titulares, porque no pueden mandar a
alguien y quedarse en la reserva. Hay que inevitablemente estar presentes.
Cuando uno ve los sectores como los que mencioné antes, se ve que participan
los titulares, los empresarios, que ponen su compromiso y dicen "esto lo
vamos a apoyar".
Cuáles son las preguntas entonces para reconocer la competitividad del sector:
· ¿Cual es el nivel de productividad?
· ¿Cual es su nivel de innovación?
· ¿Cual es el nivel de calidad de los servicios que genera y los servicios que
produce?
Cuáles son las preguntas para analizar las iniciativas para el desarrollo:
· Cuáles son los factores o temas esenciales que impiden desarrollo HOY?
· ¿Cómo ganar más competitividad?
· ¿Cómo fomentar mayor capacidad de innovación?
· ¿Cuáles organismos gubernamentales y no gubernamentales pueden apoyar el
desarrollo?
· ¿Cuál es la agenda de desarrollo para el sector y quiénes son los
responsables?
En definitiva se trata de producir un cambio cultural, y este cambio cultural
comienza por los empresarios que componen los eslabones de los sectores. Estos
son los que de a poco van armando la sociedad, no son iniciativas de gobierno.
No se conocen muchas iniciativas de gobierno que sean exitosas en este sentido.
En cambio las que conocemos son iniciativas de los sectores; son ellos quienes
les enseñan y explican a los políticos lo que tienen que saber.
Nosotros no tenemos el monopolio de políticos ineptos, uno va por el mundo y
los políticos son bastante limitados, es especial para comprender las
particularidades de cada uno de los sectores. Es verdad que en algunos países
escuchan un poquito más. Y hay que reconocer que sólo tenemos 20 años de
práctica democrática continua, los últimos 20. Con lo cual, a esta clase hay
que enseñarle, además de exigirle. Y los que les pueden enseñar son los
mismos sectores, los que saben sus necesidades. Y los políticos no pueden
recibir a componentes del sector con mensajes diferentes, contrapuestos, porque
esto es nuevamente "suma cero".
Este es el desafío que hoy enfrentan los sectores y los sectores hacen la
sociedad. Y eso refleja una sociedad que está más coordinada, que es capaz de
dialogar, a la cual le interesa más lo que la une que lo que la separa. Un
desafío significativo como empresarios y como líderes naturales de la
sociedad.