Factores a considerar al definir la localización de una planta

Autor: Gustavo Vergagni - MAIZAR / Fecha: 07/11/06

Factores a considerar al definir la localización de una planta

Artículo basado en el documento realizado por el licenciado Gustavo Vergagni para MAIZAR. La Industria del Etanol a partir de Maíz ¿Es factible su desarrollo en la Argentina?

La decisión de dónde localizar la planta tiene importantes consecuencias sobre el futuro desarrollo del negocio.

Al momento de evaluar en que sitio es más conveniente la instalación de una planta se deben tener en consideración numerosos factores junto con la disponibilidad en abundancia del recurso primario, en este caso el maíz. Factores como la provisión de agua, la energía -gas y electricidad-, la distancia y el sistema de transporte existente que la comuniquen con los mercados demandantes, la existencia de una fuerza de trabajo calificada y la cercanía de una comunidad que le pueda dar soporte a la planta y su personal -servicios técnicos profesionales, asistencia médica, etc-, son críticos tanto para un buen funcionamiento de la planta de producción como para su éxito económico financiero a largo plazo.

Un estudio para determinar la localización de una planta debería considerar los siguientes factores:

1- Existencia de recursos primarios o feedstock: En este caso el maíz. El método más utilizado es basarse en una serie histórica que considere la disponibilidad y evolución del precio del grano en la zona durante los 10 años anteriores al momento del estudio.

Sin embargo, el factor más importante es determinar cómo la instalación de esa planta influirá sobre el precio del maíz disponible para su aprovisionamiento. La magnitud de este impacto será distinta para cada planta.

Estudios realizados en los EE.UU. revelan que la instalación de una planta mediana de producción de etanol en un área rural tiene un efecto positivo sobre el precio del maíz tanto en el área donde se localiza como regionalmente. Donde no ha habido un resultado concluyente es en la cuantificación de ese efecto, aunque el impacto sobre el precio siempre es más alto en el sitio donde se localiza la planta, teniendo efecto decreciente en la zona de influencia.

El impacto sobre el precio es mayor en las zonas más alejadas de los puertos y de los mercados terminales, que de por si tienen menores precios, así como en las comunidades donde su estructura productiva depende únicamente de la actividad agropecuaria y no cuentan con otras formas de industrialización.

También se observa que si la producción del grano es baja o está muy concentrada, la instalación de una planta tiene un mayor efecto sobre el precio.

Asimismo, debería considerarse el efecto que tendría la competencia por el recurso, la posibilidad real o potencial de la instalación de otra u otras plantas productoras de etanol o de plantas de industrialización alternativas de maíz en la zona de influencia.

En el caso de los EE.UU. cuando las plantas son propiedad de una cooperativa de productores, en general tienen definidas políticas de aprovisionamiento por las cuales la mayor parte de sus necesidades las cubren con el aporte de las producciones de sus socios, que en general están ubicados en un radio no mayor a 80Km de la planta. Se observa que el efecto de la actividad de esas plantas sobre el precio del maíz es menor.

La proximidad de la planta a la fuente de provisión de feedstocks es crítica, puesto que las entradas de materia prima tendrán un volumen tres veces mayor que los envíos, de allí que no sea estratégicamente recomendable instalar una planta en una zona donde no haya suficiente disponibilidad de granos y que el mismo deba transportarse desde una distancia considerable a la planta de procesamiento.

2- Agua: Debe tenerse en cuenta cuál es el caudal disponible, su calidad y la necesidad o no de procesamiento previo.

El agua utilizada en las plantas de etanol de más reciente tecnología bajo el sistema de molienda seca es de poco menos de 1.000 litros por tonelada de maíz procesado. En plantas de tecnología antigua el consumo era superior a 3.700 l/ton.

Si bien es cierto que mucha del agua usada en la planta puede ser reciclada, disminuyendo la necesidad de provisión de agua y el volumen de los efluentes, existen ciertas áreas donde se requiere de la provisión de agua nueva, tal como el agua que se utiliza para agregarle a la molienda y formar el caldo de fermentación. En cambio, el agua que se utiliza en la torre de enfriamiento puede ser reciclada, puesto que esa agua no entra en contacto con la masa.

El reducir el volumen de los efluentes líquidos que genera el proceso productivo tiene un impacto directo sobre los costos de operación, puesto que disminuye el costo de tratamiento de las aguas utilizadas y por esta razón en las nuevas plantas se están incorporando desarrollos tecnológicos que tienden a lograr efluentes casi cero.

3- Energía disponible: Si bien durante los últimos 15 años se ha reducido la intensidad de energía consumida en el proceso de conversión de maíz a etanol aún se requiere una cantidad considerable de gas y electricidad.

Gas Natural: la planta debería localizarse cerca de algún ducto principal de transporte de gas natural, puesto que su utilización generará una ventaja económica significativa frente a la alternativa de utilizar propano u otro combustible.

Igualmente, es importante prever opciones, para el caso que el gas natural no esté disponible o incremente su precio. La opción primaria normalmente es complementar el gas natural con el propano, otra alternativa podría ser el gas metano producto de un proceso de conversión anaeróbico a partir del estiércol de los feedlots.

Electricidad: La operación de una planta de producción de etanol consume una gran cantidad de energía eléctrica con un alto factor de potencia. En general será necesario establecer dentro del predio una subestación y prever un sistema de alimentación alternativo que le de fiabilidad a la disponibilidad de este insumo. Una posibilidad es pensar en alternatvas de cogeneración si los costos a los que se puede recibir el suministro es demasiado alto o si el estado de la infraestructura de distribución no es de una alta confiabilidad.


4- El sistema de transporte existente:

Rutas de acceso: la planta debería ubicarse sobre o cerca de una ruta troncal, con buenos accesos para entrar y salir de la carretera principal.

El camino de acceso a la planta debe diseñarse de forma tal que no provoque inconvenientes en el flujo vehicular sobre la ruta principal.

Acceso ferroviario: El disponer de un acceso directo al servicio ferroviario será necesario cuando se proyecta construir una planta de alta capacidad de producción, ya que la utilización de este medio de transporte le permitirá un funcionamiento más eficaz y un mejor aprovechamiento de las instalaciones y a su vez descargará el flujo de tránsito en las rutas de acceso.

Otra situación donde el acceso al tren se torna relevante es cuando el etanol va a comercializarse más allá del área regional, ya sea en el ámbito nacional o exportarse o para proveerse del insumo básico, el maíz, de un área lejana a la zona de influencia, puesto que el costo del flete ferroviario es más conveniente a partir de determinadas distancias.

Otros factores que influyen al considerar la instalación de una planta son:

Operativos: i- la proximidad con los mercados potenciales donde colocar los subproductos, ii- las reglamentaciones locales referidas al tratamiento de los efluentes, las autorizaciones y permisos para la instalación.
Políticos-económicos: i- el apoyo de la comunidad local al proyecto, ii- el tratamiento fiscal tanto de la inversión inicial como de la operatoria posterior.