Ing. Agr. MSc.PhD Guillermo Eyhérabide: Campaña 2006/2007 y Mal de Río Cuarto (MRCV)

Autor: Ing. Agr. MSc.PhD Guillermo Eyhérabide1 / Fecha: 12/01/07

Campaña 2006/2007 y Mal de Río Cuarto (MRCV)
Ing. Agr. MSc.PhD Guillermo Eyhérabide1
1Coordinador Programa Nacional Cereales - INTA; Consejero Titular de MAIZAR

Van a cumplirse 40 años desde que técnicos de la Agencia de Extensión Rural del INTA Río Cuarto dieron la voz de alerta a sus colegas de la Estación Experimental INTA Pergamino sobre la aparición de plantas con síntomas de lo que luego se denominó Mal de Río Cuarto. Desde entonces la enfermedad se hizo endémica en Río Cuarto y se expandió paulatinamente hasta cubrir prácticamente todas las regiones maiceras del país. La primera epifitia de consideración ocurrió en la campaña 1976/77, y la mayor en 1996/97, caracterizada por pérdidas importantes en las provincias de Santa Fé, Córdoba y Buenos Aires. Diez años más tarde, en la presente campaña, el virus del Mal de Río Cuarto vuelve a aparecer en la región pampeana húmeda, con una incidencia que todavía debe determinarse, pero mayor a la habitual. Otras campañas con ataques importantes ocurrieron en 1981/82 en el Departamento Río Cuarto, y más recientemente en el norte de Buenos Aires en 2003/2004.

Los viveros de crianza de los programas de mejoramiento, por la riqueza de variabilidad y tipos de materiales genéticos que contienen, constituyen un escenario ideal para observar novedades en los aspectos sanitarios del cultivo. En esta campaña, en Pergamino, ha sido evidente una mayor incidencia del MRCV, aún en siembras relativamente tempranas (20 de septiembre), especialmente en ciertos fondos genéticos. En siembras tardías también se encuentra una frecuencia relativamente mayor que la habitual de plantas con síntomas de la enfermedad. Un fenómeno similar parece hacerse cada vez más evidente en campos de producción. Afortunadamente las condiciones climáticas durante el ciclo del cultivo, y especialmente en el período crítico de pre y postfloración, permiten alentar buenas expectativas de rendimiento y, de manera similar a lo ocurrido en 2003/04, podríamos esperar que las mermas de producción por efecto de la enfermedad sean parcialmente compensadas en híbridos con cierta tolerancia al virus.

Buscando adecuarlo a las necesidades de los sistemas de producción y a las demandas de los mercados internos y externos, el modo de producción de maíz está en permanente evolución. Surgen entonces nuevos interrogantes que deberán ser respondidos. Por ejemplo: ¿podría resultar factible un doble cultivo trigo/maíz de segunda, teniendo en cuenta que el cultivo de trigo sirve de reservorio para el virus del Mal de Río Cuarto?; el nivel de tolerancia o resistencia genética de los híbridos actuales, ¿será el suficiente para ese planteo productivo?. La información generada y transformada en tecnología para el manejo del Mal de Río Cuarto es abundante, pero la presencia de la enfermedad constituye un alerta sobre la necesidad de continuar haciendo esfuerzos para controlarla. Es preciso hacer disponibles para la región pampeana húmeda, métodos de pronóstico de incidencia de la enfermedad, lo cual requiere datos de una serie de campañas que cubran un rango de condiciones epidemiológicas y agroclimáticas suficientemente amplio. Entre las herramientas genéticas que contribuyen al manejo del MRCV se debe mencionar, además de la selección por mayor tolerancia genética al MRCV por métodos convencionales, la obtención de materiales transgénicos resistentes (actualmente en fase de evaluación a campo). Mientras tanto, una información que debería revalorizarse es la del comportamiento de híbridos frente a la enfermedad, a fin de ponderar adecuadamente los riesgos al momento de decidir los híbridos a sembrar. El nivel promedio de tolerancia a la enfermedad de los cultivares actuales ha mejorado sensiblemente desde 1996/97, especialmente por el recambio de híbridos resultante de la mayor importancia dada a la selección por buen comportamiento frente a la enfermedad. A este respecto continúan existiendo, sin embargo, diferencias entre híbridos comerciales siendo oportuno analizar en qué medida se reflejarán en los rendimientos relativos.