Autor: Javier Mallo / Fecha: 04/10/11
EL SORGO GRANÍFERO CRECE SOSTENIDAMENTE
El sorgo granífero duplicó en cuatro años su superficie sembrada y muestra síntomas positivos de cara al futuro. En 2006 el área no alcanzaba las 500 mil hectáreas. Sin embargo, a partir de ese año el cultivo comenzó a crecer en forma sostenida, alcanzando la campaña pasada una superficie que superó el millón de hectáreas. Y la intención de siembra para la que va a comenzar indica que la tendencia creciente continuará.
El renacimiento del cultivo está estrechamente vinculado a su creciente utilización por parte de la lechería y la ganadería, acompañando a estas producciones en distintas zonas, aportando su rusticidad y capacidad de adaptación a ciertas restricciones de clima o suelos. Pero, su crecimiento no se ha limitado a las zonas ganaderas y lecheras, sino que además se ha insertado en casi todas las regiones agrícolas. Se ha difundido en el NOA, NEA, Norte y Centro de Santa Fe, Oeste de BA y La Pampa, y en la cuenca del Salado, y también en zonas tradicionalmente llamadas núcleo, como el sur de Santa Fe y el Norte de Buenos Aires. No obstante, el cultivo ha enfrentado algunos inconvenientes en ciertas zonas donde se registraron ataques de pájaros, dilema que necesita de una urgente estrategia nacional.
RENDIMIENTOS CRECIENTES
Gracias al eficiente trabajo del sector científico y tecnológico, la genética ha aportado una mejora substancial. Los rendimientos promedio nacionales de los últimos 15 años muestran una ganancia anual en términos relativos comparable a la del maíz argentino. Y hay que considerar que el cultivo no cuenta aún con eventos transgénicos.
Los programas de mejoramiento tienen como premisa fundamental la maximización de los rendimientos, pero también es prioritaria la adaptación del cultivo a diversas zonas. Además se viene avanzando notoriamente sobre el paquete sanitario.
A partir de estos cambios el sorgo se ha transformado casi en un cultivo nuevo para los productores, y esto los motivó a replantear completamente su forma de inserción en la rotación, como condición necesaria para obtener el mejor resultado económico.
EL ROL DEL PRODUCTOR
Las técnicas adoptadas y aplicadas por los productores también mejoran notablemente. Es reconocida la adaptación del sorgo a los planteos de siembra directa, sustentada en el valor de su rastrojo, debido a su volumen y por su persistencia. A esto se suma el muy buen balance que tiene el cultivo entre lo que aporta y lo que importa del sistema.
En planteos de alta productividad, la distribución espacial del cultivo, las altas densidades y los buenos niveles de fertilización juegan un rol fundamental. En ese contexto, hablar de rendimientos que superan los 100 qq/ha es una realidad tangible.
Otros factores fundamentales para alcanzar los máximos rendimientos son el adecuado control de malezas, donde es clave el uso de antídotos junto con tratamientos pre-siembra, pre-emergencia y post-emergencia temprana, así como el apropiado control de insectos, principalmente dirigidos a la Diatraea, debido al efecto devastador que tiene en términos de caída de rendimientos y a lo poco visible que es su accionar en las etapas tempranas.
DEMANDA EN AUMENTO
El gran incremento de la producción local le ha permitido a la Argentina reinsertarse rápidamente en el mercado internacional de sorgo, luego de haber desaparecido durante años por la escasez de saldo exportable, producto de la caída de superficie. El país exporta actualmente entre 1,5-2,2 millones de toneladas, de las 5 millones que produce anualmente de promedio. Sin embargo, creemos fundamental seguir trabajando fuertemente para generar mercados para el sorgo argentino, ya que nuestro país se está posicionando nuevamente como un proveedor permanente y su participación en el mercado mundial es creciente.
La comercialización para la exportación fluye normalmente y mejora año a año. El sorgo no posee el sistema de ROE’s y de cupos que tiene el maíz. No obstante, es importante tener en cuenta que en la comercialización de granos forrajeros existen períodos, sobre todo en los meses de cosecha, en los que se registran ciertos inconvenientes para cargar buques debido a que la capacidad logística está ocupada por otros cultivos. Estas fluctuaciones son menores y en general se resuelven fácilmente, estando preparados para retener la mercadería y colocarla en momentos diferentes.
El mercado internacional nos ofrece una gran oportunidad, pero también el mercado interno. La mayor parte de la producción se consume localmente y principalmente en las mismas regiones donde es producida, dado el acompañamiento que hace de la producción ganadera y lechera. Argentina es un país que tiene todas las condiciones para producir más carnes de todos los tipos, al igual que más leche. Sin dudas, en este proceso el sorgo es un aliado estratégico, por la gran tasa de conversión que presenta y por su menor costo de producción.