Maíz: La clave está en la tecnología

Autor: Aníbal Ivancich - MAIZAR / Fecha: 26/01/17

Maíz: La clave está en la tecnología
En las próximas semanas se iniciará una nueva campaña de maíz. Según el informe de pre-campaña de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la superficie crecería un 6% y alcanzaría las 5.4 millones de hectáreas de maíz comercial, marcando un nuevo récord. Si bien faltan unas semanas para el inicio de la campaña, advertimos que se están vendiendo híbridos de punta en forma anticipada. Esto explica que podría verificarse una mejora de los paquetes tecnológicos, siendo uno de los puntos claves la siembra de refugios junto con los materiales Bt.
Esta tecnología, junto a la mejora genética, permite que el maíz sea cultivado en gran parte del territorio nacional en fechas de siembra sumamente elásticos. Así, la siembra de maíz tardío, que tenía escasa rentabilidad y seguridad de cosecha, hoy es una realidad que abarca el 50% de la superficie sembrada con el cultivo. El problema es que la presión de las plagas es continua, y la no adopción de prácticas de manejo recomendadas plantea problemas que afectan al desarrollo tecnológico y en última instancia al propio productor.  
Los planes de Manejo de Resistencia Insectos (MRI) consisten en aplicar buenas prácticas de manejo del lote para maximizar rendimiento y disminuir costos. Para todas las tecnologías Bt la siembra de refugio es una práctica fundamental. En vistas que en el corto plazo no se prevé la comercialización de nuevas tecnologías Bt para maíz, resulta clave concientizar sobre el manejo adecuado de las actuales para sustentar su durabilidad en el tiempo.
En cuanto a la fertilización, con una buena oferta hídrica, podemos maximizar los rendimientos aportando los nutrientes necesarios para no limitar el desarrollo del cultivo. Al momento de planificar la mejor estrategia de nutrición es necesario tener en cuenta que en gran parte de la región maicera argentina la oferta de fósforo, nitrógeno, azufre y zinc son limitadas. Es necesario tener un diagnóstico claro de la disponibilidad de estos nutrientes, mediante un análisis de suelo, para maximizar la capacidad productiva y lograr un uso eficiente de la oferta de agua. Según datos de Fertilizar, en la actualidad solo un 25% del área sembrada es muestreada para definir el manejo de la nutrición. Todavía tenemos mucho por mejorar ya que los ensayos de campo demuestran que manejando bien estos nutrientes podemos mejorar entre un 20 a un 30% los rendimientos obtenidos en campos de productores.