“Un país que sospecha que el sector productivo le hace daño a la sociedad es un país sin futuro”

En una muestra de federalismo y diálogo, el Congreso Maizar 2018 dio espacio a temas transversales, como el del panel Las prioridades para la cadena desde el sector público, que integraron los ministros de Agricultura y Producción de tres provincias de distinto color político: Leonardo Sarquís, de Buenos Aires; Alicia Ciciliani, de Santa Fe, y Sergio Busso, de Córdoba, en una charla moderada por los directivos de Maizar Alberto Morelli y Alfredo Paseyro .

“No puede haber un desarrollo integrado si no pensamos en todas las partes, en todo el territorio”, dijo Alicia Ciciliani, ministra de la Producción de Santa Fe. “La producción sustentable la aprendemos de Córdoba y viene de las buenas prácticas. En Santa Fe hablamos de sanidad animal, vegetal y de suelo. Tenemos la figura del corresponsable sanitario y agronómico, que define los sistemas al lado del productor. Nosotros financiamos los honorarios para los productores que no pueden o no lo consideran importante”.

En cuanto a la discusión sobre los agroquímicos, la funcionaria fue contundente: “Si hay algún problema con algún producto tenemos que resolverlo, pero tenemos que sacar al sistema productivo del lugar de la sospecha: un país que sospecha que el sector productivo le hace daño a la sociedad es un país sin futuro”.

La ministra también se refirió a la conservación de los suelos: “Cuando hablamos de suelos, hablamos de gramíneas. El sorgo y el maíz tienen importancia estratégica desde lo agronómico y lo productivo. Queremos incentivar el rastrojo, la cobertura, con políticas públicas, pero esto tiene que estar coordinado con una política nacional de desarrollo”.

Ciciliani dijo que cree que “lo primero es la capacitación y el entendimiento, por qué le conviene al productor rotar. Lo otro es la macro, porque no podemos hablar de sustentabilidad cuando estamos siempre tomando decisiones en el cortísimo plazo”.

Además, consideró indispensable la “simplificación de trámites, y aplicar la eficiencia energética también dentro del Ministerio. Para mí, es una de las cuestiones más importantes en momentos de déficit fiscal: la productividad y la eficiencia tienen que ser un tema central dentro de los organismos públicos”, completó.

Por su parte, Sergio Busso, ministro de Agricultura y Ganadería de Córdoba, marcó que “las tres provincias tenemos el 70% de la producción agropecuaria y aunque somos de distintos colores políticos podemos trabajar bien”.

En cuanto a la sustentabilidad, señaló que “tiene que ver con políticas que van más allá de la agenda pública. Al programa de Buenas Prácticas Agrícolas teníamos que comprometernos desde el sector público y el privado. Queríamos ponerle la rotación, las gramíneas y la conservación de suelos, y este Congreso tiene mucho que ver con eso”, dijo el ministro. “El contexto macroeconómico ayudó en esa dirección, los resultados fueron muy satisfactorios. En trigo y maíz hay reglas de juego claras, el productor avanza”.

Busso contó que este va a ser el quinto año que se hace en Córdoba la convención de maíz, para discutir hacia dónde quieren ir. “Escucho inversiones millonarias en producción porcina y otras derivadas del maíz. Además tenemos 1 millón de toneladas que destinamos a etanol. No me cabe duda de que vamos a salir adelante”, dijo, aunque aclaró: “Que no pase desapercibido el tema de la importación de etanol: no queremos que se importe, acá hay maíz de sobra”.

Por últimos, consideró que, “en Córdoba, el maíz tiene un futuro enorme, es fuente de transformación y trabajo. Hay inversiones, recursos, capacidad instalada y ganas, podemos hacerlo, hay que tener cuidado con lo que uno tiene que defender”.

A su turno, Leonardo Sarquís, ministro de Agroindustria de Buenos Aires, coincidió en que “las banderas políticas no importan, todos pensamos en una agroindustria en crecimiento y nos ponemos de acuerdo rápido: nos llaman “consejo federal del agro pampeano”, bromeó.

“Es evidente que apenas asumió la nueva política se empezó a dar vuelta la taba en esto de que haya más oleaginosas que gramíneas. Después de dos años y ocho meses lo estamos logrando, por muchos factores. La cadena del maíz es la que más se integra a las cadenas de valor. Es un cultivo absolutamente importante. Tenemos más de siete proyectos de energías renovables. El de Rojas, con chalas y marlos, va a bajar 30% el costo del kilowatt, es un beneficio real para la sociedad”, señaló. “Me niego a hablar de ‘sector agroindustrial’: es el motor de la bioeconomía”.

Por otra parte, Sarquís comentó el cambio en la producción Buenos Aires, en relación con “la proliferación de los maíces tardíos, y la importante aparición de legumbres atadas a ellos”, además de la “cada vez más fuerte producción de sorgo”. Ahora, dijo, “hay que empezar a hacer maíz en las seis regiones diferenciadas de la provincia”.

El ministro dijo que 128 de los 135 municipios bonaerenses tienen perfil agroindustrial. “En un mes, Buenos Aires va a tener un mapa de dónde está la biomasa”, anticipó. También comentó el plan de mejoramiento de caminos rurales y que, de los 12.000 kilómetros de caminos troncales que van a mejorar el año próximo, los primeros van a ser los de las cuencas lecheras.

En cuanto a los temas ambientales, comentó que la provincia tiene “72 normativas municipales diferentes relativas al control de agroquímicos. Pero creo que no tenemos que concentrarnos en eso sino en las Buenas Prácticas”.

Alberto Morelli, presidente de Maizar, opinó que la buena relación de los ministros “hace mucho por las provincias. Tenemos que repensar el país, olvidarnos de los límites provinciales”. Recordó que Maizar tienen una larga tradición de trabajo público-privado, sobre todo con Córdoba y Santa Fe, “pero hoy ya estamos con las cuatro cadenas productivas en una política de intensificación de la rotación también en Buenos Aires”.

Alfredo Paseyro celebró las coincidencias con los ministros y recalcó que “la Argentina no puede postergar la discusión de la Ley de Semillas, que es vital para la producción. La semilla es la integración del conocimiento público y privado”.

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