Autor: MAIZAR / Fecha: 04/05/06
Entrevistamos a la Dra. Sofía Chulze, representante de Argentina y Sudamérica ante el Comité Director del Proyecto Mycoglobe.
Con el objetivo de afrontar en forma conjunta el problema de las micotoxinas, la Universidad Nacional de Río Cuarto se asoció a otras importantes Universidades, Industrias, Instituciones y Organismos Gubernamentales de todos los continentes para desarrollar un ambicioso proyecto llamado Mycoglobe.
Para que nos explicara en que consiste el proyecto entrevistamos a la Dra.
Sofía Chulze que es directora del departamento de Microbiología e Inmunología
de la Facultad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales de la
Universidad Nacional de Río Cuarto.
- ¿En qué consiste específicamente este emprendimiento conjunto?
Sofía Chulze: Estamos trabajando intensamente en la búsqueda de
estrategias que permitan disminuir los riesgos de entrada de micotoxinas a las
cadenas alimentarias. Las micotoxinas son metabolitos secundarios producidos por
hongos toxico genéticos -Aspergillus, Penicillum, Fusarium- que se desarrollan
en una gran cantidad de cultivos agrícolas alrededor del mundo tales como el
maíz, trigo, soja, café, algodón, girasol y otros.
Con el objetivo de disminuir las pérdidas económicas que esto acarrea y,
fundamentalmente, asegurar la salud tanto animal como humana, resulta
prioritario difundir el problema y formar recursos humanos, es por eso que
estamos realizando talleres y programas de entrenamiento alrededor del mundo.
- ¿Tienen previsto algo en la Argentina?
S.C.: Como representante de Sudamérica y Argentina ante el Comité Director
del proyecto, me toca la organización de la próxima reunión, que va a
realizarse en la Argentina del 15 al 17 de marzo de 2006, en la que serán
expuestos los avances del conocimiento en materia de hongos toxicogénicos y
micotoxinas.
Serán abordados por expertos en la materia todos los temas relevantes por
ejemplo: el análisis de los riesgos, tanto toxicológicos como económicos, las
nuevas tecnologías para detección de micotoxinas -biosensores o los
biomarcadores de exposición-, o la ecofisiología y genética de los hongos
productores de micotoxinas.
Además, se evaluará el impacto económico que el problema de las micotoxinas
podría tener sobre las exportaciones argentinas debido a las barreras
comerciales y sanitarias. Asimismo, habrá exposiciones de aquellos laboratorios
que desarrollan productos relacionados a las micotoxinas.
- ¿Cómo se concilian los distintos intereses, puesto que la
problemática no es igual para todos?
S.C.: El último día de las jornadas se conformarán grupos de discusión,
que estarán divididos por área de interés, para buscar estrategias de
colaboración entre los países que estamos trabajando en este tema.
La gran ventaja que tiene los países desarrollados respecto de nosotros es que
trabajan en conjunto, los técnicos, los productores, los exportadores, las
Universidades, los acopiadores, etc…, nosotros venimos trabajando en el tema
desde el año 72, pero lamentablemente no ha recibido la atención que se
merece, cada vez que surge un brote como ocurrió con la fusariosis que afectó
al trigo en el año 75 aparece alguno que otro interesado en el tema, y esto no
debería ser así, eso no sirve, para solucionar este problema hay que tener
continuidad y espíritu de grupo
Por eso considero muy importante que MAIZAR, como entidad que agrupa y coordina
a toda la Cadena del Maíz, nos apoye en este proyecto, no solamente por ser
este cereal un cultivo afectado, sino también para la difusión del espíritu
asociativo cuando existen intereses comunes.