La semana pasada tuvo lugar la segunda
edición del Congreso Internacional de
Maíz. En este marco, Syngenta junto con
Maizar organizaron el primer
Hackaton de Maíz Sustentable
, un concurso que convocó a jóvenes
universitarios y recientemente graduados
a participar con iniciativas ligadas al
maíz y la sustentabilidad.
La idea fue capturar ideas pensadas por
jóvenes enfocadas en maíz con una mirada
sustentable, y visibilizar las iniciativas
que este segmento está pensando para el
cultivo.
Guadalupe Villacosta es de San Luis,
estudiante de la Universidad de Río Cuarto y
su proyecto trata de
Mapeo Asociativo de Locis para la
identificación Maiz-Azospirillum
, el cual busca reducir el uso de
fertilizantes en condiciones de cultivo. Se
busca encontrar una serie de genes que
pueden estar en ciertas líneas de maíz y
plantear un proyecto de mejora genética.
“Como primera experiencia poder venir y
compartir mi proyecto fue increíble, me
gusta mucho el mejoramiento genético y
microorganismos. Somos jóvenes, estamos acá
presentes viviendo el cambio climático y
creo que como jóvenes tenemos el deber de
formar parte para intentar cambiar el
panorama que tenemos. A futuro me encantaría
ser genetista, trabajar en mejoramiento. El
hibrido laboratorio campo me fascina”,
declaró Guadalupe,
Ignacio Muneli es de Pergamino estudiante de
la Universidad Nacional del Noroeste de la
provincia de Buenos Aires y trabajó sobre la
utilización de hongos entomopatógenos
para el tratamiento de semillas de maíz.
El hongo que utilizó ingresa a un insecto
plaga y genera el control de esas plagas
desde adentro. Estos hongos empezaron
investigándose como controladores y a partir
de la investigación de Ignacio se busca la
promoción de crecimiento en los cultivos de
maíz, iniciando con los microorganismos
benéficos.
“Primero que nada quiero destacar la
iniciativa que tuvieron los que organizaron
este Hackatón. Siento que con esto nos
dieron la posibilidad de mostrarnos, como
jóvenes investigadores y hacernos conocer.
También destacó que este premio no es solo
al proyecto, sino también al sacrificio que
hicimos durante nuestra carrera y que de una
manera esto es el reconocimiento a dicho
esfuerzo. Particularmente, fue la primera
experiencia disertando ante tanto público
desconocido y con el plus de que la gran
mayoría son profesionales del rubro, donde
uno sabe que los oyentes la tienen clara.
También tuve la posibilidad de conocer a los
chicos con los que compartí panel, contarnos
nuestra experiencia como estudiantes y
charlar un poco más en profundidad sobre lo
que cada uno estaba haciendo”, compartió
Ignacio.
Marcos Ruiz, Gastón Ramonda y Camila
Pellegrino participaron representando
también a la Universidad Nacional de Rio
Cuarto, con su proyecto
Identificación de regiones genómicas para
resistencia a enfermedades como aporte a
la sustentabilidad del cultivo de maíz.
“En primer lugar, queremos agradecer la
posibilidad que nos brindaron de participar
de un evento de tal magnitud y el gran
interés de los organizadores del congreso
por el aporte joven para lograr la
sustentabilidad de un cultivo tan
apasionante como lo es el maíz. Para
nosotros fue una experiencia significativa
ya que pudimos poner en palabras el trabajo
que realizamos en el campo; como así también
acercarnos a las problemáticas que tienen
los productores agropecuarios, que muchas de
ellas son las mismas que demanda la sociedad
en un país que no tiene reglas claras ni
planificación a largo plazo. Aspectos que
consideramos fundamentales para tener un
modelo de país donde los jóvenes deseemos
permanecer y aportar innovación, creatividad
y desarrollar nuestras potencialidades en
beneficio del agro y de la sociedad toda.
Nuestro trabajo aporta a la sustentabilidad
al eficientizar los programas de
mejoramiento genético de maíz para obtener
resistencia a las enfermedades Mal de Río
Cuarto y bacteriosis logrando así un cultivo
de mayor sanidad y menor costo para el
productor agropecuario.
Además, esta estrategia contribuye a
realizar prácticas agrícolas más amigables
con el medio ambiente al reducir el uso de
fitosanitarios y menor laboreo con la
maquinaria en el lote, generando un ahorro
en combustibles y menor emisión de gases de
efecto invernadero”, comentaron Marcos
Gastón y Camila.
Francisco Beltramino, estudiante de la
Universidad Nacional de Entre Ríos abordó un
proyecto con enfoque en la producción
llamado
Leguminosas invernales como antecesoras
de maíz, efectos en el corto plazo que
contribuyen a su adopción por el
productor.
“Que un congreso internacional como este se
detenga y le haga lugar a escuchar a los
jóvenes, ayudándonos en estos primeros
pasos. Nos dieron una oportunidad enorme y
para nosotros fue una experiencia increíble,
que sin dudas va a contagiar a nuestros
compañeros estudiantes. Estamos
representando a tres provincias super
importantes para el agro, esperemos que esta
iniciativa siga creciendo y pueda darle
lugar a más jóvenes interesados en el maíz y
la sustentabilidad”, declaró Francisco.
El maíz es un cultivo sustentable, es el que
mejor huella de carbono tiene en el planeta
y su presencia en diversos elementos (desde
alimentos hasta indumentaria pasando por
cosméticos y medicina) nos invitan a
visibilizar cómo el cultivo se relaciona con
nuestra vida cotidiana, y nadie mejor que
los jóvenes con actitud de transformar para
construir el agro que se viene.
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