Autor: MAIZAR / Fecha: 08/05/06
Invitado por MAIZAR –Asociación Maíz Argentino- a transmitirnos sus experiencias, el pasado jueves 9 de febrero estuvimos reunidos con el Dr. John Cole.
Visita de John Cole, experto en biocombustibles y el mercado Chino.
Invitado por MAIZAR -Asociación Maíz Argentino- a transmitirnos sus experiencias, el pasado jueves 9 de febrero estuvimos reunidos con el Dr. John Cole.
El Dr. John C. Cole tiene estudios en economía, administración de empresas y derecho en Estados Unidos y Japón. Ha ejercido como abogado durante los últimos 16 años, en Wall Street durante los primeros años de ejercicio, trabajando en fusiones y adquisiciones de compañías multinacionales de primera línea. Durante los últimos 12 años se desempeñó con domicilio permanente en Shanghai, China desde donde integró la Comisión de Fusiones y adquisiciones de la Bolsa de Hong Kong.
En la actualidad, se desempeña como socio del estudio de abogados Simmons & Simmons y ha participado en proyectos relacionados con la energía, la minería y el financiamiento de proyectos de desarrollo en casi todos los países de Asia y está considerado como el abogado más importante de la región para temas relacionados con los biocombustibles y los mecanismos de desarrollo limpio (MDL) previstos en el protocolo de Kyoto. Además, es conferenciante de eventos internacionales entre ellos el próximo Congreso Biofuels Market que se desarrollará en Río de Janeiro entre el 27 y 28 de marzo de 2006, en el que presentará las oportunidades que existen en China respecto de los biocombustibles o proyectos relacionados con el Protocolo de Kyoto.
A continuación les ofrecemos los principales conceptos que nos dejó el Dr. John Cole en su reciente paso por nuestro país. El objetivo de este viaje es tratar de comprender cómo va a hacer China para abastecer la enorme cantidad de energía que demandará en los próximos 15 años.
El parque automotor está creciendo en China a un 23% anual, un ritmo impresionante, pasaron de tener 2 millones de vehículos particulares en el año 1993, a 12 millones en el 2003, por lo tanto los niveles de contaminación también crecen rápidamente.
La idea es que para el año 2020 el 10% del total de combustibles líquidos usados sean biocombustibles. De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad Tsinghua, para abastecer esta demanda, China necesitará 22 millones de toneladas de Bioetanol y de acuerdo a la productividad potencial solo podría producir la mitad, por lo que va a necesitar importar unas 11 millones de toneladas.
China es el 3er productor mundial de etanol, luego de Brasil y los Estados Unidos. En 2004 produjo 9,64 millones de galones, en un 80% a partir de granos, un 10% a partir de caña de azúcar y un 10% a partir de otros productos.
La creciente demanda mundial de energía y el agotamiento de los combustibles de origen fósil representan una gran oportunidad para el maíz argentino y otros granos que pueden utilizarse para producir biocombustibles. Dado que la Argentina es un país muy eficiente en la producción de granos, tendría una buena posibilidad de constituirse en un proveedor capaz de satisfacer parte de la demanda China.
Para la política energética China, un aspecto de vital importancia es conseguir su independencia, y para el logro de esto, están trabajando muy duro para conseguir los mejores acuerdos. Difícilmente la China se quede con un único proveedor y es ahí donde hay una oportunidad para la Argentina.
A principio de año, en China entró en vigencia la Ley de Energía Renovable, que cuenta con tres principios básicos: 1- Si producimos energía renovable, el estado está obligado a comprarla y pagar por ella un poco más. El Estado lo considera importante para ayudar al agro y combatir la pobreza. 2- Esa energía tiene que ser entregada al consumidor. 3- Esa energía debe pagarse más que la energía convencional.
Como en China existe una gran cantidad de la población que vive por debajo de la línea de pobreza, esa energía renovable se vende a compañías que puedan pagar ese sobreprecio, y el estado las beneficia propagándoles una buena imagen. Ese sobreprecio permitirá continuar con las investigaciones que tarde o temprano equilibrarán los precios.
Debemos dejar de seguir cavando dinosaurios muertos porque tarde o temprano se van a acabar. El problema es que todavía, la energía renovable es más cara que los combustibles fósiles. En estos días, Japón, China y Rusia están en plena competencia para abastecerse de energía lo más barata posible. Sería una oportunidad muy importante que desde el Mercosur se desarrollara una estrategia conjunta para abastecer al resto del mundo.
Si Argentina se acercara a China con un protocolo de asistencia mutua, ambos países podrían compartir el desarrollo tecnológico. El principal objetivo de un país es el desarrollo sustentable y cada país debe ver de qué forma lo consigue. Hay un montón de aspectos políticos que un país democrático debe analizar antes de dedicarse a la producción de etanol. En este sentido son muy importantes las instituciones como MAIZAR, que proponen el debate para lograr consenso entre todas las partes involucradas. Así se toman las correctas decisiones en cualquier país del mundo.
Una de las principales decisiones que hay que tomar es ¿Vamos a producir energía a partir de un alimento? Si se piensa de una forma seria, luego de un intenso debate, podrían desarrollarse proyectos de largo plazo que se mantengan más allá de los distintos gobiernos. Construir una planta de etanol es algo caro, que requiere de importantes inversiones, y por eso necesita de políticas estables de largo plazo. Me llamó la atención cómo se redujo en los últimos 20 años la superficie sembrada con maíz en la Argentina, principalmente teniendo en cuenta el crecimiento que está teniendo a nivel mundial el negocio de los biocombustibles.
Los precios del maíz no van a subir de un año a otro, pero es obvio que el desarrollo de biocombustibles va a elevar la demanda y a la larga los precios. No se sabe en realidad que va a suceder con la tecnología de hidrógeno. Es posible que los biocombustibles sean un paso temporario y que el maíz en el futuro sea necesario prioritariamente para alimentación humana, de ganado o para la industria farmacéutica. Los países desarrollados deben responsabilizarse por sus emisiones de gases contaminantes. Los Mecanismos de Desarrollo Limpio son el mecanismo por el cual los países desarrollados que no puedan, o no quieran bajar sus emisiones, pueden comprar esas reducciones de emisiones en terceros países. Siete de las diez ciudades más contaminadas del planeta están en China.